Adoro mi cuidad

Me encanta mi ciudad, adoro pasear por Madrid, cada calle, cada rincón me trae sensaciones y recuerdos de cada etapa de mi vida. Pero, por encima de todas las cosas, lo que más me enamora y hace que me sienta orgullosa de mi ciudad es, sin dudarlo, el transporte público.

Llevo desde hace unos cuantos años currando de profesora, y quitando los dos últimos, que he estado (y estoy) currando en academias, el resto han sido clases a domicilio, lo que hace que haya tomado una gran cantidad de buses, metros y cercanias, así que sé de lo que me hablo. Como ejemplo os voy a contar la experiencia vivida esta misma tarde y que, en lo que llevamos de año, es la segunda vez que me pasa.

He salido de mi curro a las 6 y, teniendo en cuenta que de allí a mi casa hay como una hora generosa, se supone que tendría que haber llegado a eso de las 7 y algo…pues NO, ERROR, porque he vuelto en transporte público ^^.

Nada más salir de trabajo he dicho derechita a la parada del bus que me deja en la entrada de una estación céntrica de metro. Me he metido, cogiendo el periódico gratuito que te dan por las tardes y escuchando música, y justo después de pasar con el abono oigo que dice una señorita muy agradable por megafonía: “Por avería en un tren el servicio está cortado en línea A en un intervalo de aproximadamente 30 minutos, disculpen las molestias. Gracias”. Al ver que estaba petadisisisimo opte por tomar una ruta alternativa (me conozco unas 5 distintas, a cual más horrible), así que me dirigí al anden de la linea B, que me dejaría cerca de la parada de un bus que pasa cerca de mi casa. No fui la única que pensó eso porque estaba esa línea casi más llena que la A…pero bueno, ajo y agua.

Tras los 15 minutillos de empujones de rigor, llegue a dicha estación y me fui rápidamente a la parada de mi bus. Cuando llegue, mire el cartelín que te indicaba el tiempo que faltaba para que llegara el bus: Bus X: 14 minutos. Con la fresca me quede a esperarlo, mirando cada dos por tres el cartel de los huevos. Llegó el bus que parecía que había recogido gente de gratis, porque no entraba nadie más (salvo un hombre y su mochila que por huevos entraron). Despedí ese bus con lágrimas en los ojos y me giré para ver cuando llegaba el siguiente: Bus X: 15 minutos. Y ahí entré en el modo desesperación, porque darte cuenta de que vas a estar como una gilipollas en la parada un total de media hora cuesta asimilar.

Me pase los 15 minutos sin moverme del sitio en la cola, por si alguien se me colaba y me volvía a quedar fuera. Como he dicho antes, no tengo un pensamiento muy original, porque las diez personas que estaban allí conmigo hicieron lo mismo. Hubo un momento de tensión cuando a alguien se le cayó una moneda y dudaba si cogerla o no (no sea que te empujen a mitad de la carretera en el descuido para asegurarse de entrar en el siguiente bus). Una señora mayor me empujaba cada dos por tres al pasar por mi lado. Estaba hasta las pelotas que estuve a punto de mandarla a la mierda pero no lo hice, cosa de la que me alegre cuando después me fije que iba con una muleta (es decir, estaba armada).

Al quedar 3 minutos mi corazón empezó a latir rápidamente, notaba la presencia del autobús con el señor autobusero dentro: me iba a ir a casa!!. Llegó, lleno, pero con la cantidad de oxigeno dentro suficiente como para que pudiéramos respirar. Media hora más tarde llegué a mi casa, a eso de las 20:00, dos horas después de salir de curro…dios, cómo me gusta mi ciudad!!! *____*

Nota: quiero agradecer a bhoa las palabras de ánimo vía telefónica en el bus u___u