El colegio

Unas de las cosas que caracterizaron mi infancia fue la asistencia a los colegios más pequeños que he visto, con una clase por curso (y va que se mata) y un patio minimun…total para cuatro gatos que íbamos a cada clase sobraba. Desde preescolar hasta comenzar bachillerato (del de antes, no este nuevo que se han inventado y que me tiene frita). He pasado por tres colegios y me cambie siempre por el mismo motivo: los chaparon. Los dos primeros eran colegios normales, enanos, pero normales…el tercero, bueno, marco un antes y un después en mi educación.

Estuve dos años en ese colegio y me saltaré la parte relacionada con la gente y tal, ya sabéis, 12 y 13 años, una edad dura y yo demasiado friki y bollera…y porque mi cerebro ha borrado demasiada información referida a esa parte de mi vida (por suerte xD). Me centraré en como funcionaba ese colegio y en las joyas que teníamos como docentes.

De primeras teníamos que usar uniformes, y no de esos bonitos, con sus falditas a cuadros que, aunque a mi no me gustara llevarlos me podría alegrar la vista con el resto (aunque tampoco había mucho que ver). Mis ganas. La camisa era amarilla lejiosa, ese amarillo que tiene las camisas de mi padre de la cafetería por lavarlas cienes y cienes de veces. La falda era gris, larga y con flecos a un lado, fea de cojones, resumiendo. Y el jersey rojo desteñido, de hecho, a mediados de curso tenías los puños de la camisa amarilla rojos, que parecía que te habías intentado cortar las venas…cosa normal después una clase. También teníamos un chándal, azul marino, que aunque también era feo, era cómodo, así que tampoco molestaba mucho.

Nuestro patio era un pasillo sin techo que había en la parte trasera del colegio. Por suerte teníamos un gimnasio para hacer deporte *cof cof*. Con 12 años me peque una muy buena leche (en el pasillo largo) y se me salió la rodilla. Estuve jodida con ello durante los siguientes años lo que me permitió que pudiera pasar olímpicamente de hacer gimnasia.

Los profesores eran familia, la de lengua (que daba dibujo) y era la directora era la hermana de la de sociales a la vez madre del de mates y ciencias primo de la de ingles que también daba gimnasia hija de la secretaria…zzz. Todo quedaba en casa y eso se notaba en algunos pequeños "detalles". Por ejemplo, un día en el que nos estaba explicando no sé que tontunas sobre el cañon del colorado, nos dijerón que nos iban a poner un documental. Al día siguiente bajamos al comedor a ver dicho documental cuando nos encontramos que es un video de las vacaciones de unos años antes, cuando estuvieron en yuesei , y como todos son familia, ahí estaban la de lengua, la de sociales, el de mates…zzz. No me acuerdo de cómo era el cañon del colorado, pero no creo que se me olvide nunca la estampa de todos posando vestidos de vaqueros.

Las clases, en especial las de letras, se resumían en copiar cosas, pasarlo con letra bonita y a final del curso encuadernar con lana tus apuntes, hacer una portada con cartulina y que te calificaran. También contaba la nota del examen, pero no era una cosa de fiar. Me explico, una clase de 40 personas hace un examen a última hora de la mañana de historia de unas tres hojas y justo en la clase después de comer ya están corregidos, no creo que el profesor/profesora/otromiembro de la familia se lo leyera concienzudamente.

La verdad es que eso me salvo, porque por aquella época era muy lista pero me tocaba los huevos.

Una de las cosas que más recuerdo de las clases son las idas de pinza de determinada profesora, que podía empezar una clase contando cuales eran los autores de la generación de 98 y terminar relatando lo vivido en el cañon del colorado (y que nosotros pudimos ver). De hecho me acuerdo de alguna que otra clase magistral:

Profesora: Y si el verbo es copulativo la oración…bla bla bla

Ledita: “Vale hoy no corrige nada, uy mira, una mosca…” =__=

45 minutos después

Ledita: “joño, que me he perdío, a ver que está contando”

Profesora:”Y si los otros colegios ponen máquinas de preservativos en sus patios me parece bien, pero en este NUNCA!”

Ledita: O__o miedin

Otro de los trabajos que teníamos que hacer, fue hacer comentarios de texto de tres libros por trimestre. Pero no de tres libros cualquiera, no no no , de los de la biblioteca del colegio, que aunque el colegio era público, su biblioteca no. Por cada libro con un préstamo de una semana (que mas que préstamo era alquiler) tenía que soltar cinco duros de los de antes. Así que 3 libros x 5 trimestres (si 5 u_u) x25 pesetas cada uno hacen un total…una ganga xD

Además, esta buena mujer daba también dibujo (¿¿??) y en sus clases para que hubiera un buen ambiente y pudiéramos relajarnos, se bajaba un radiocasette y nos ponía música tradicional aragonesa (aka jotas). De hecho, uno de los momentos más patéticos de mi vida (y seguro que la del resto de la clase) fue cuando un día a la mujer le dio un repente, y nos iba sacando uno a uno a cantar una estrofa de una jota delante del resto de la gente en clase de dibujo. Ahora se entiende que mi sentido de la vergüenza esta muy distorsionado.

Supongo que también gracias a la asignatura de religión soy atea, porque la asignatura consistía en resumir todas las semanas 8 hojas del libro, excepto los pasajes de la Biblia, que esos se copiaban (resumirlo sería pecao o algo asin).

Como he mencionado antes, estuve con la rodilla jodida y la rehabilitación me hizo faltar a bastantes clases. Menos mal que dentro del colegio tenáimos unas clases de recuperación dadas por los propios profesores (previo pago of course), en los que te ayudaban a hacer los deberes. Esas clases eran como una secta, si entrabas ya no te dejaban salir. Al final de 8º, ya había recuperado todo lo que tenía que recuperar y en mayo le dije a la dire-profe de lengua/dibujo-dj que no iba a seguir con las clases. Tras decirle esto, al entregarle el ultimo trabajo de dibujo del curso la mujer me suspendió y me dijo que quizás debería apuntarme a clases particulares de dibujo (¡¡¿¿??!!). Mi reacción obviamente fue mandarle a la mierda con lo que me dijo que quería hablar con mi madre.

La mujer, muy amablemente le explico a Supermenchu que tenía mucho carácter y que había aflojado en dibujo. Mi madre, al igual que yo, la mando a la mierda de la forma más sutil posible (teniendo en cuenta que supermenchu es de lavapies) y que ella no pagaba más.

Una vez acabé la EGB y recibí el titulo de Graduado Escolar me fije que se habían equivocado en una letra de mi apellido, se lo dije a la directora y me contesto: “Bueno, si le echas un poquito de tipex y lo corriges con un rotulador negro ni se nota”.

Bueno, esto es un resumen, porque fue un par de años que dieron mucho de sí pero por suerte, no me acuerdo de mas u__u